31 marzo 2009

104. Receta de Semana Santa (I)



Ingredientes:

  • Madera.

  • Herramientas: formones, sierras, azuelas, garlopas, mazos, buriles, gubias, lezuas, barrenas, berbiquíes, escofinas, limas, y papel de lija. Espigas, clavijas, cola.

  • Yeso, pan de oro, pintura.
Bueno después de rebuscar por la nevera y conseguir los ingredientes, nos ponemos manos a la obra.
Como todo buen cocinero/tallador sabemos que la madera tiene tres partes, el corazón o duramen (ésta es la que vamos a utilizar). La albura, que es la madera joven. Y la corteza.
Atacaremos directamente la madera, lo que se suele llamar talla directa.
Primero descortezamos con un formón. Nos quedará un cilindro dónde dibujaremos los contornos.
Después desbastaremos el bloque (quitaremos los que sobra) con sierras, azuelas y garlopas.
Y empezamos a tallar, con mazos, formones, buriles y gubias.
Por último alisamos y pulimentamos la talla con escofinas, limas y papel de lija.

Si nos ha salido una escultura muy grande tendremos que ensamblarla mediante espigas o clavijas. Éste método se llama a caja y espiga. Y la encolaremos. No vaya a ser que se la vayan cayendo los brazos, quedaría muy feo.
Y... ahora habrá que pintarla ¿no?
Vale, vale, creo que antes tengo que deciros qué coño es un berbiquí, ajajaja.

Eso será mañana o pasado, ya me conocéis.
Fotos sacadas de aquí:
http://www.demi-art.com/images/entsteh03b.jpg
http://www.diocesismalaga.es/hermandadlosremedios/1r.jpg
http://farm4.static.flickr.com/3146/3093270562_5b3de301e7_o.jpg
http://www.lamiradacofrade.net/Fichas/angustias/photos/d1.jpg

29 marzo 2009

103. Ay, eso me dolió.

"Venus vendando a Cupido", 1565.
Tiziano Vecellio di Gregorio.
Óleo sobre lienzo.
Galería Borghese de Roma.
Roma. Italia.


Tras arder siempre, nunca consumirme;


y tras siempre llorar, nunca acabarme,


tras tanto caminar, nunca cansarme;


y tras siempre vivir, jamás morirme;




después de tanto mal, no arrepentirme;


tras tanto engaño, no desengañarme;


después de tantas penar, no alegrarme;


y tras tanto dolor, nunca reírme;




en tantos laberintos, no perderme,


ni haber tras tanto olvido recordado,


¿qué fin alegre puede prometerme?




Antes muerto estaré que escarmentado:


ya no pienso tratar de defenderme,


sino de ser de veras desdichado.








Francisco de Quevedo.

09 marzo 2009

102. Picaruelo...

" Adán y Eva", 1531.
Hans Baldung Grien.
Óleo sobre tabla.
Museo Thyssen-Bornemisza.
Madrid.
España.
(Pinchad en la imagen para verla más grande).

- ¿Ese cuadro es famoso?
- Umm, pues a mi no me suena. El de al lado sí, pero ese no lo había visto antes.
- Me gusta por Adán. Tiene una mirada picaruela.
- Tienes razón, no me había fijado.
Mucho no tenemos que imaginar para intuir qué piensa Adán.
Seguro que esa noche en el museo no todo fue oscuridad y silencio.