04 agosto 2023

Necesidad





Las tres edades de la mujer, 1905
Gustav Klimt
Óleo sobre lienzo




Necesito escribir. Contar lo que se me pasa por la cabeza. 

Me he leído todas las entradas que había dejado en borradores. Qué distinta soy de esa persona y a la vez soy la misma. Las he publicado otra vez. Qué buenos recuerdos leer todos los comentarios, leerme viviendo esa vida que ya no es la mía. 

Y aquí estoy necesitando escribir y evitando escribir que mi madre murió hace dos años y mi visión de la vida ha cambiado, yo he cambiado, mi mundo ha cambiado. 

 Tuiter se me queda pequeño y odio escribir hilos aunque a veces lo hago. Por eso estoy aquí. 



Esta no va a ser mi mejor entrada pero aquí se queda.

26 septiembre 2014

Ya no tengo una judía y somos jodidamente complicados.




                                                                    Felicidad, (s.XIX, XX)

Aguafuerte, aguatinta y buril

Max Klinger




Pues sí Periscopio estará en el cielo a la derecha del espagueti volador y los que nos hemos quedado en la Tierra somos jodidamente complicados y nos encanta. Hay gente a la que no le gusta ser feliz (felicidad= a estar tranquilo con tus momentos mejores y peores pero sin que nada ni nadie te toque tanto la moral como para entorpecer tu camino), sí, conozco unos cuántos, no confundamos con gente que pasa malas rachas y no ve la luz. Hablo de gente que es feliz, le van bien las cosas, todo marcha a su alrededor, no hay familiares pachuchos, el curro pues todo lo bien que se pueda pedir, amigos fieles, pareja o parejo que le quiere y de repente se para y cómo un resorte se busca un problema, el que sea y se aferra a él como una lapa. Y te da la lata, mucho, y te llora, mucho y a veces te toca la moral y colabora en que tú no puedas ser feliz.
Ojo, que no quiero decir que la gente no pueda estar triste e incluso buscar esa tristeza, yo solo pido paz.

Y sí puede que yo sea muy borde y no, no siempre lo demuestro, :).



22 julio 2013

Tengo una judía

Aquí estoy, soy una inconstante y me da rabia. La verdad es que casi todos los días pienso, esto tengo que contarlo y al final lo cuento, pero no aquí. Mis estados de facebook, cada vez se parecen más a un microblog. 
Podría prometer que voy a escribir todos los días pero eso de prometer algo sabiendo que lo mismo no va a pasar, no va conmigo.

Pero cómo decía aquí estoy para presentaros a Periscopio.

Hace unos meses, una amiga de la universidad me regaló una lata que tenía dentro una judía para plantar. Me encantó. Yo, la persona que se queda en casa sóla al cuidado de las plantas de mi madre y que al final o las ahoga o las mata de sed. Es que bajo presión no funciono, mi madre me llama y lo primero que me pregunta es ¿cómo está el bonsai? ¿y la (inserte nombre de planta que yo jamás identificaré a no ser que me diga cómo es la maceta)? Pero me hizo ilusión. La planté y bautizé. El nombre le viene que ni pintado.


Al pricipio era chiquitaja y en la lata vivía feliz.


Y empezó a crecer


 y a crecer




Y ahora mide un metro y medio. He tenido que cambiarla dos veces de tiesto. Estoy preocupada, es una planta muy cabezota. Cuándo empezó a crecer la guía se enrrollaba con el poto de mi madre (sí, un poto puedo identificarlo, más que nada porque nos está invadiendo la terraza) y yo intenté guiarla hacia otro lado. No le gustó, dejó de crecer esa guía y le salió otra. El mismo problema, la misma solución (sí me cuesta aprender) y la misma cabezonería. 
Ahora tiene tres guías, todas paradas y ya no crece. Y no echa más hojas y por supuesto no ha dado flores. Por lo tanto no tengo judías.


Lo más divertido es que cuándo crecía, lo hacía en horas. De la mañana a la noche podía crecer cinco centímetros. Y en mi familía hacíamos cónclave, mi padre que si es una judía muy rara y mi madre que si ocupaba mucho ( hablar así de mi judía, lo que pasa es que crecía más que sus plantas, ajajaj).


Todas las mañanas la saludo nada mas levantarme, a ver si la animo pero me da que al final voy a tener que hacerme a la idea de que Periscopio es cabezota y no va a da judías.

Y sí, esta entrada es para que confirméis que estoy loca. Y un homenaje a Periscopio que me hace sonreir todas las mañanas.






02 abril 2013

Hay días que adoro mi vida





Study for Seated Figures. (El Jaleo), 1882.
John Singer Sargent
Carbón y pastel en papel marrón. 
Fogg Art Museum. Harvard University. Cambridge.
Massachusetts. USA.

Camino de un centro comercial con mi padre. Nuestra misión, comprarle bragas a mi madre (una peli de Almodóvar no es nada comparada con mi familia). Vamos en el autobús, pasando por un barrio cercano al mío:


- Todavía quedan muchos comercios en esta zona.
 - Buah, antes había muchos más. Mira ahí había un cine y ahí un bar. En ese bar rodaron una película de Peret, un a migo y yo salimos dando palmas, mientras Peret canta.
- O_O ¿Qué? ¿Has sido extra en una peli de Peret?
- Claro. Si esa historia os la he contado un montón de veces.
 - Qué dices, a mi no.

Aquí viene la historia. 

Mi padre y su amigo habían salido de trabajar y estaban fuera del bar viendo toda la movida. De repente salió un hombre y les dijo que por qué no pasaban y hacían un poco de bulto. Ellos entraron, se apoyaron en la barra y apareció Peret cantando.

A los días o semanas. Una mujer entró en la bodega dónde trabajaba mi padre y le dijo, ayer te vi en una película de Peret dando palmas. Mi padre alucinó y fue a ver la peli. Él cuenta que lo mejor de todo es que en le bar había cuatro gatos y él no se acuerda de haber dado palmas. Dice que en la peli, el bar estaba abarrotado y que él y su amigo estaban dando palmas. 
Bueno, mi cara a estas alturas de la historia era todo risa, y mi padre insistiendo que él no había dado palmas y yo diciendo, lo mismo os arrancásteis al verle y no te acuerdas. Mi padre, se calla, lo piensa y me dice, lo mismo sí.

Adoro a este hombre (casi siempre...).

03 marzo 2013

115. Quién lo ha escrito



(Esta entrada está rescatada de un baúl muy grande y profundo en el que guardé muchas cosas y que puede que rescate, o no)


" Venus y Adonis",1553-1554.
Tiziano Vecellio di Gregorio
Óleo sobre lienzo.
Museo del Prado.*
Madrid. España.


1. No te acuestes con él en la primera cita.


2. No le llames primero después de la primera cita. Espera a que te llame él.


3. No invites en la primera cita. Lo normal es que invite él.




Bien ¿quién ha escrito estos sabios consejos?


A. Mi abuela en la sobremesa.


B. El cura de mi barrio en su sermón dominical.


C. La vecina beata que tiene sitio fijo en el sermón dominical.


D. Una revista para mujeres independientes, trabajadoras, modernas y guapas.


Hagan sus apuestas.
*En el cuadro podemos ver a Venus incumpliendo todos los sabios consejos.